Los cálculos de riesgo y beneficio con la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca
Tras el estudio de la Agencia Europea de Medicamentos.
Por Kiko Llaneras
Esta semana la Agencia Europea del Medicamento ha incluido la posibilidad de que, entre los posibles efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca contra la covid, aparezcan casos de trombos “muy raros”. Pero lo ha hecho subrayando que el riesgo es pequeño y recomendando que siga su uso. Es lo mismo que ha concluido la agencia británica, aunque hace una excepción con los menores de 30 años: la enfermedad causada por el coronavirus es menos grave para ellos, el equilibrio cambia y recomiendan que se dé prioridad al uso de otra vacuna en este grupo de edad.
La consecuencia en España es que Sanidad y las comunidades han acordado no vacunar con AstraZeneca a los menores de 60 años. Es una decisión más sencilla en nuestro país, por un motivo: tenemos millones de personas de 60, 70 y 80 años sin inmunizar. De momento, ayer España ya decidió elevar la edad para vacunar con AstraZeneca a personas de 60 a 69 años.
¿Pero en qué basan sus recomendaciones los reguladores europeo y británico? Sus cálculos son un caso típico de análisis de riesgo.
Los cálculos en Reino Unido
La agencia británica ha sido ejemplar en su comunicación de este asunto. En su rueda de prensa presentaron unos escenarios para comparar el pequeño riesgo de la vacuna de AstraZeneca con los beneficios que reporta, que es evitar otra amenaza, en este caso la que implica la covid. Los resultados los resumía Alexandra Freeman, de la Universidad de Cambridge, con tres gráficos como este (en inglés):
El gráfico compara el riesgo contraer la covid en los próximos cuatro meses (y acabar ingresado) con el riesgo de sufrir un trombo con la vacuna anglosueca, según su estimación. La conclusión del estudio es clara en lo que respecta a la población general: incluso si la incidencia es baja, vacunarse es mejor. Para la gente de 30 a 39 años sería 3 o 4 veces menos riesgo que la exposición al virus; y para la gente de 60 a 69 el riesgo sería 70 veces menos. Las ventajas de vacunarse son aún mayores si se eleva la incidencia: si el número de casos es el que había en el Reino Unido en febrero, el riesgo que supone la covid dobla al de la vacuna a los 25 años, se multiplica por 10 a los 35 y por 200 a los 65.
Así resumía sus resultados la jefa del regulador británico (MHRA), la doctora June Raine: “Los beneficios de la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19 continúan compensando con creces los riesgos para la mayoría de la gente”. Sus cálculos solo plantean ciertos dilemas en el grupo de 20 a 29 años. Por eso el organismo propone vacunar a ese grupo con las otras vacunas. El virus es menos peligroso a esas edades y si además circula poco, el riesgo de la enfermedad se iguala al riesgo, también bajo, que presentan los trombos que parecen asociados con la vacuna.
Estos cálculos deben considerarse aproximados, como es evidente y subrayan sus autores. Por ejemplo, dependen de cuánto dure todavía la epidemia. El riesgo por covid se acumula semana a semana y mes a mes, mientras que el de la vacuna dura un instante: “Sus beneficios se incrementarán, pero los riesgos no”, como subraya Freeman.
Unos cálculos (orientativos) para España
Los escenarios anteriores se pueden replicar para el caso español. Creo que es un ejercicio útil para entender las decisiones de los organismos responsables y no verlas como algo opaco o arbitrario.
El riesgo de trombos raros por la vacuna
La agencia europea habla de 1 caso en 100.000 vacunados. Esa sería el riesgo de sufrir uno de estos episodios tras la inmunización con Astrazeneca. La cifra es una aproximación, como muchas de las que siguen. De hecho, la agencia británica estima un riesgo inferior —1 en 250.000—, que además modula por edad. Tomando estos datos, podemos estimar el riesgo de sufrir un trombo para tres personas de diferentes edades:
- 20-29 años: Riesgo de 2 en 100.000
- 30-39 años: Riesgo de 1,5 en 100.000
- 40-49 años: Riesgo de 1 en 100.000
- 50-59 años: Riesgo de 0,8 en 100.000
- 60-69 años: Riesgo de 0,5 en 100.000
El riesgo de morir por covid
Es útil empezar con un dato conocido: la probabilidad de fallecer por covid. Según estimaciones del Imperial College, muere 1 de cada 166 infectados (0,6%), aunque esa letalidad es muy variable con la edad, de manera que el riesgo es muy distinto según grupos:
- 20-29 años: Riesgo de 30 en 100.000
- 30-39 años: Riesgo de 75 en 100.000
- 40-49 años: Riesgo de 200 en 100.000
- 50-59 años: Riesgo de 450 en 100.000
- 60-69 años: Riesgo de 1.000 en 100.000
- +90 años: Riesgo de 15.000 en 100.000 (1 de 6)
Conclusión: Las diferencias son aplastantes. El riesgo de morir al contraer la covid sería mucho mayor que el de sufrir un trombo raro después de recibir la vacuna. Para la gente de 60 a 69 años, el riesgo por covid es 2.000 veces superior. Pero la vacuna también reduce el riesgo a la décima parte para alguien de 25 años.
Y eso es considerando solo muertes. El riesgo de acabar en la UCI es mayor. Lo he estimado tomando las tasas de ingresos por fallecidos en España (ISCIII):
- 20-29 años: Riesgo UCI de 150 en 100.000
- 30-39 años: Riesgo UCI de 400 en 100.000
- 40-49 años: Riesgo UCI de 700 en 100.000
- 50-59 años: Riesgo UCI de 1.100 en 100.000
- 60-69 años: Riesgo UCI de 1.500 en 100.000
- +90 años: (Es mayor el riesgo de morir)
¿Cuál es el riesgo de contraer covid?
En el cálculo anterior comparaba vacuna e infección, pero el riesgo por covid se reduce si asumimos que no todo el mundo se contagiará. El problema en este caso es estimar la probabilidad que tiene alguien de coger el virus, que es algo individual (un caso límite es la gente que ya lo pasó) y que depende de la incidencia según lugar de residencia o periodo de tiempo (¿cómo vamos a estimar el riesgo de contagio este verano o en 2022?).
Hagamos como el trabajo de Cambridge: pensemos en el riesgo de cuatro meses con una incidencia como la que hay ahora en España, que ronda los 500 contagios mensuales por 100.000 personas. En ese escenario, basta multiplicar los riesgos anteriores por la probabilidad de contagio, que hemos estimado en un 2% (2.000 de 100.000) durante ese periodo de tiempo.
Entonces, los riesgos de fallecer por covid en cuatro meses serían:
- 20-29 años: Riesgo de 0,6 en 100.000
- 30-39 años: Riesgo de 1,5 en 100.000
- 40-49 años: Riesgo de 4 en 100.000
- 50-59 años: Riesgo de 9 en 100.000
- 60-69 años: Riesgo de 20 en 100.000
- +90 años: Riesgo de 300 en 100.000
Y los de pasar por la UCI:
- 20-29 años: Riesgo UCI de 3 en 100.000
- 30-39 años: Riesgo UCI de 8 en 100.000
- 40-49 años: Riesgo UCI de 14 en 100.000
- 50-59 años: Riesgo UCI de 22 en 100.000
- 60-69 años: Riesgo UCI de 30 en 100.000
- +90 años: (Es mayor el riesgo de morir)
Conclusión: La diferencia para la gente de 40 o 60 años sigue siendo clarísima; el riesgo de acabar en la UCI por covid sería 14 y 60 veces superior, respectivamente, al de sufrir un trombo tras ser inmunizada. Son diferencias muy grandes. Pero como pasaba en los cálculos de Cambridge, para los jóvenes existe ya cierto dilema y los riesgos aparejados a la vacuna y a la infección parecen del mismo orden de magnitud.
No obstante, la vacuna tiene otros dos beneficios.
Por un lado, el paso del tiempo. Si pensamos que el riesgo de contraer covid en los próximos meses se eleva hasta el 10% —esa es la gente que se ha contagiado desde agosto pasado—, entonces el riesgo de acabar en la UCI para un joven de 20 o 29 años se elevaría hasta 15 por 100.000, lo que vuelve a ser claramente mayor que el riesgo de los trombos.
El otro beneficio es el social. Hemos hecho los cálculos individuales, pero otra ventaja de la vacuna es que reduce la probabilidad de que se contagien terceros. Cuando alguien se vacuna, pone un granito de arena para proteger a todo el mundo, literalmente.
Por último, subrayaré que estos números solo son una exploración. Son un ejercicio, espero que útil, para entender el tipo de dilemas que enfrentamos y el tipo de análisis que hacen los reguladores. Pero los cálculos precisos serán los suyos.